Historia de La obra
La relación con Dora Maar, La Guerra Civil española (1936 – 1939), el auge del fascismo en Europa y su simpatía por el comunismo, fueron acontecimientos político-sociales que influenciaron fuertemente la llamada etapa expresionista.
Un bombardeo en el pueblo vasco de Guernica ocurrido en abril de 1937, inspiró a Picasso para pintar su obra más conocida; no obstante, también creó diferentes retratos de una mujer llorando sin consuelo –Dora Maar-
La mujer que llora es la pintura más conocida entre sus retratos, fue expuesta el 26 de octubre de 1937 y actualmente se encuentra en la galería Tate Modern de Londres, Reino Unido.
Guernica de Pablo Picasso, la obra que surgió de los bombardeos de alemanes
Pablo Picasso nunca intervino en la política española, ni antes, durante y después de la guerra, pero si comenzó a mostrar su apoyo a la República desde que le nombraron como Director Honorífico del Museo del Prado (Madrid) al inicio del conflicto. [1]
Más sobre la pintura
Se afirma con plena seguridad que Dora Maar es la modelo en esta y el resto de obras de la serie “La mujer que llora”. Maar fue su musa, amante y mentora; y antes había servido como modelo, pero en esta serie, ella despertó una sensibilidad especial. Esta inspiración llevó a Picasso a identificarse con la causa republicana durante la Guerra Civil y con los aliados en la Segunda Guerra Mundial. [2] [3]
Esta obra despierta emociones desgarradoras a quién la observa detenidamente. Picasso intenta jugar con esa persona ajena a los avatares causados por la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial y para ello, rompe la perspectiva del rostro de la mujer, a través de un cubismo filado y sin armonía.
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Características de La mujer que llora
Las lágrimas son, quizá, uno de los elementos que llama más la atención. Estas caen por todo el rostro como un manto líquido y afilado que desgarra el rostro eliminando su color.
Pareciera que la mujer intenta llevarse un pañuelo a los ojos para secarse las lágrimas. Sin embargo, la forma en que Picasso pinta el pañuelo parecería más a un cristal, un objeto cortante, añadiéndole así más tensión al retrato.
La forma en que se muestran la boca y el resto de facciones del rostro le añade más dolor y cierta violencia a la obra.
El espacio no es protagonista, incluso queda eclipsado por la sobredimensión del rostro. Con esto, marcó un nuevo cubismo en sus futuras obras.
Los colores empleados son estridentes y de alto contraste. En estos se observa una evolución que marcó el inicio de sus próximas obras durante su etapa surrealista. [4] [5]
Referencias bibliográficas
[1] BALLESTEROS ARRANZ, E. Historia del arte español 53: Picasso. Hiares, Madrid, 1986. pp. 52-53.
[2] MOMA. Pablo Picasso. The Weeping Woman I.
[3] MUSEO REINA SOFIA. Mujer llorando (Weeping Woman).
[4] TATE. Pablo Picasso. Weeping Woman. 1937.
[5] JONATHAN, J. Weeping Woman, Pablo Picasso (1937).
Última actualización: 20 de marzo de 2022.