Si bien todavía hace falta involucrar a más mujeres en las carreras relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), es indiscutible que en la historia de la humanidad han existido mujeres científicas muy brillantes que han tenido un impacto significativo en nuestra sociedad.
Desde mentes brillantes como Marie Curie hasta Alice Ball, la historia de la ciencia ha estado marcada por cientos de mujeres que han contribuido al desarrollo de la física, las matemáticas, la química, la astronomía y otras disciplinas que han permitido forjar la era moderna como la conocemos hoy.
Las 11 mujeres científicas más importantes por sus contribuciones a la humanidad
Caroline Herschel, Astrónoma (1750 – 1848)
Su carrera en la astronomía comenzó una vez dejó su Alemania natal y se fue a vivir con su hermano William en Inglaterra. Caroline Herschel era una persona muy curiosa y cultivó su interés en la astronomía junto a su hermano a pesar de que su madre intentó sofocar su educación.
Su trayectoria, comenzó ayudando a William a montar telescopios y a registrar sus observaciones. Más tarde, se convirtió en una de las pioneras en descubrir muchos cometas y después de enviar sus hallazgos al astrónomo, se le solicitó que corrigiera el catálogo actual de estrellas.
Gracias a sus hallazgos y trabajo, la familia real comenzó a pagarle un salario por su trabajo, algo completamente raro para una mujer en ese momento.
En el año 1835, Herschel junto a Mary Somerville, fue nombrada miembro honorario de la Real Sociedad Astronómica. Ellas fueron las dos primeras mujeres en hacerse miembros.
Marie Curie, Física (1867 – 1934)
A Marie Curie la podemos “etiquetar” como una leyenda en el desarrollo de la ciencia. Ella ha sido y seguirá siendo una fuente de inspiración para las mujeres que se embarcan en la carrera científica.
A parte de descubrir dos elementos: el radio y el polonio, Curie desarrolló la radiactividad y fue la primera persona en probar la radioterapia para personas afligidas por el cáncer y defendió su uso en la medicina. Por otra parte, desarrolló unidades móviles de rayos X que fueron usados durante la Primera Guerra Mundial para atender en las ayudas diagnósticas a los soldados heridos y así poder recibir un tratamiento adecuado a sus necesidades.
En el año 1903, Marie Curie fue la primera mujer en ganar un Premio Nobel de Física en compañía de su esposo por su trabajo sobre la “radiación”. En 1911, ganó otro Premio Nobel de Química por su trabajo en el aislamiento del radio.
Al día de hoy es la única mujer y persona en el mundo en recibir dos premios nobel en categorías científicas diferentes.
Alice Ball, Química (1892 – 1916)
Lamentablemente la carrera científica de Alice Ball fue muy corta, falleció a sus 24 años de edad, pero su legado perdura hasta nuestros días.
Sus logros comenzaron desde que era estudiante de química farmacéutica. En ese momento de su vida, publicó un artículo científico junto a un profesor en una revista científica muy respetada. Este fue un logro muy importante para su época y más por tratarse de una mujer afroamericana.
Ball, fue la primera mujer afroamericana en obtener una maestría en la Universidad de Hawái. También se convirtió en la primera profesora de química. Y además desarrolló un tratamiento contra la lepra llamado “método Ball”, que fue el más efectivo a principios del siglo XX.
Cecilia Payne-Gaposchkin, Astrofísica (1900 – 1979)
La comunidad científica desconocía o no estaba completamente segura de cuáles eran los elementos que conformaban las estrellas. Pero gracias a Cecilia Payne-Gaposchkin, se conoció que estos cuerpos celestes están compuestas por helio e hidrógeno.
Llamó mucho la atención que esta astrofísica comunicó este hallazgo cuando era una estudiante de doctorado en 1925. Aunque su tesis fue inicialmente rechazada por la comunidad científica, luego pudo demostrarlo a través de la observación.
Como si esta contribución no fuera suficiente, su trabajo acerca de estrellas variables fue innovador. Ella junto a un equipo realizó tres millones de observaciones y a través de estas determinaron la evolución de las estrellas y sentaron las bases de la astrofísica moderna.
Cecilia fue la primera persona en obtener un doctorado en astronomía de Radcliffe College, en la Universidad de Harvard.
Barbara McClintock, Genetista (1902 – 1992)
Con sus descubrimientos sobre el cáncer e ingeniería genética, Barbara McClintock ha cambiado la historia de la ciencia. Ella estudió inicialmente botánica y se fascinó con los descubrimientos sobre el ADN.
Trabajó profundamente en la genética del maíz y descubrió que los cromosomas eran los responsables de transmitir rasgos hereditarios. Encontró también a los denominados “genes saltarines”, lo que hace que en algunas ocasiones ciertas de sus características se activen o desactiven.
McClintock fue una genetista estadounidense que se ganó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1983 por sus hallazgos acerca de las transposiciones.
Maria Goeppert Mayer, Física (1906 – 1972)
Maria Goeppert Mayer fue la segunda mujer en ganar un Premio Nobel de Física después de Marie Curie. Esta física germanoestadounidense, se ganó este premio en 1963 junto a dos compañeros por su trabajo sobre la estructura de proyectiles nucleares.
Sin importar su talento y trayectoria, Mayer trabajó en puestos no remunerados o voluntarios en universidades de Estados Unidos en 1930. Esto debido en parte a su condición de mujer pero también por su sentimiento antialemán durante la postguerra. En 1941 se convirtió en profesora de medio tiempo en el Sarah Lawrence College y su actividad por fin fue remunerada.
Esta física trabajó en el proyecto Manhattan y también colaboró con Edward Teller en el desarrollo de su “superbomba”. Como fuente de inspiración para mujeres físicas, se estableció en su honor el Premio Maria Goeppert-Mayer en 1986.
Chien-Shiung Wu, Física (1912 – 1997)
Llamada también “la primera dama de la física”, Chien-Shiung Wu realizó contribuciones muy importantes en los campos de la física nuclear y de partículas.
Wu llegó de China a Estados Unidos en 1936 y obtuvo su doctorado en la Universidad de Michigan. Luego, ella deseó volver a China, pero la Segunda Guerra Mundial le hizo cambiar de planes.
Trabajó en el proyecto Manhattan, pero es quizá más conocida por el experimento de Wu. Un experimento de física nuclear y de partículas en el que demostró que la paridad no se conserva.
Esta física fue reconocida en 1978 por su trabajo al recibir el Premio Wolf en Física.
Katherine Johnson, Matemática (1918 – 2020)
Katherine Johnson fue una de las primeras mujeres afroamericanas en trabajar en la NASA. Comenzó su carrera en la NASA como “computadora humana”. Su principal logro, fue calcular la ruta del vuelo del Apolo 11 y logró que este artefacto aterrizara con éxito en la Luna y su regreso a la Tierra.
Durante 33 años pasó de calcular manualmente las trayectorias a guiar a la NASA hacia el uso de las computadoras.
En el año 2016, su trabajo fue exaltado en la película Talentos Ocultos.
Jane Cooke Wright, Oncóloga (1919 – 2013)
Jane Cooke Wright se considera una de las pioneras en la investigación del cáncer. Nacida entre médicos, esta oncóloga realizó importantes innovaciones en quimioterapia y en la búsqueda de medicamentos novedosos para tratar el cáncer de mama.
En 1950 logró que el tratamiento de quimioterapia fuera más accesible para las personas gracias a su trabajo en la Fundación de Investigación del Cáncer en el Hospital de Harlem.
Wright identificó el metotrexato, un medicamento utilizado para la quimioterapia moderna.
Fundó la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica y fue la primer presidenta de la Sociedad del Cancer de Nueva York.
Rosalind Franklin, Química (1920 – 1958)
Rosalind Franklin es principalmente elogiada por su trabajo acerca de la comprensión de la estructura del ADN. Esta química inglesa identificó la estructura de doble hélice gracias a su trabajo con imágenes de difracción de rayos X del ADN.
En 1958 murió a sus 37 años de edad después de una lucha contra el cáncer de ovario. Después de su muerte, su trabajo ha sido más valorado y su colega Aaron Clug continuó con su investigación y ganó el Premio Nobel de Química en 1982. La comunidad científica afirma que si ella hubiese estado viva, Clug habría compartido ese honor.
Jennifer Doudna, Bioquímica (1964)
Jennifer Doudna es profesora titular en el departamento de química de la Universidad de Berkeley, California. Esta mujer hizo historia cuando se ganó el Premio Nobel de Química en 2020 junto Emmanuelle Charpentier por su trabajo en las tijeras genéticas CRISPR/Cas9, una investigación genética revolucionaria que le ha permitido a los científicos modificar los genes en un tiempo record.
Doudna y un grupo de investigadores abrieron un centro de pruebas llamado “Innovative Genomics Institute” y utilizaron tecnología basada en CRISPR para ayudar a diagnosticar la enfermedad del COVID-19.