Esta es una de las teorías más conocidas de la psicología, pero a su vez, es una de las más controvertidas; pues existen diferentes posturas que la critican.
Bases de las etapas del desarrollo psicosexual de Freud
Sigmund Freud pensaba que la personalidad se desarrolla según una serie de etapas que ocurren en la infancia, en las que las energías o impulsos que tienen como objetivo el placer de la identificación se enfocan en ciertas zonas erógenas. Esta libido, la describió como una fuerza impulsada desde la conducta.
Según la teoría psicoanalítica, a la edad de cinco años la personalidad se establece, y que a partir de las primeras experiencias la personalidad se va desarrollando y siguen influyendo en el comportamiento durante toda la vida.
Para este psicoanalista, la infancia es una etapa fundamental que estructura nuestra personalidad y comportamiento como adultos. Consideró el desarrollo como un proceso discontinuo; y que cada uno de nosotros pasa por una serie de etapas psicosexuales en la infancia.
Si las etapas se desarrollan de forma exitosa, el resultado es una personalidad sana. Pero si por algún motivo alguna de estas etapas no se resuelven en su momento, pueden aparecer las llamadas “fijaciones”, donde el individuo experimenta un foco persistente en una etapa psicosexual anterior. Si el conflicto no se resuelve, la persona permanecerá en un estado de estancamiento en esa etapa.
Por ejemplo, Si una persona queda fijada en la fase oral, puede ser muy dependiente de los demás y buscar la estimulación oral a través de fumar, beber o comer.
Freud, afirmó que los impulsos de placer que buscan las personas en su primera infancia se centran en un área erógena del cuerpo, en cada una de las cinco etapas del desarrollo: oral, anal, fálica, de latencia y genital.
Etapas del desarrollo psicosexual según Freud
1. Etapa Oral
Esta fase ocurre en la edad de cero a un año y la zona erógena es la boca.
Durante esta etapa, las actividades que llevan a la alimentación como la succión y la masticación son las más importantes.
A través de la boca las personas nos alimentamos durante la primera infancia, sin embargo, se experimentan otra serie de sensaciones que dan placer como la degustación y la succión. Esto porque durante esta fase dependemos de las personas que nos cuidan y también se desarrollan sentimientos de confianza y comodidad a través del cuidado.
El conflicto principal de esta etapa es el destete. El niño o niña comienzan a ser menos dependientes de quienes los cuidan y pierden las gratificaciones que obtenían con la succión. Según Freud, si el individuo se queda fijado en esta etapa, este tendría problemas con la dependencia o la agresión. Esta fijación puede generar problemas con la bebida, la comida o la necesidad de fumar.
2. La etapa anal
Esta fase ocurre en la edad de uno a tres años y su zona erógena son los esfínteres.
Según el psicoanalista, el objetivo principal de la libido se conseguía a través del control de los movimientos del intestino y la vejiga. El conflicto durante esta etapa es precisamente el control de los esfínteres. La persona en su infancia debe aprender a controlar sus necesidades corporales y el logro de este control lleva a una sensación independencia.
Según Freud, el éxito de esta etapa depende de la manera en la que los padres o cuidadores se acercan a los esfínteres. Si los padres o cuidadores utilizan mecanismos de recompensa por usar el inodoro en el momento indicado, fomentan resultados positivos en el desarrollo de los niños o niñas. Las experiencias positivas ocurridas durante esta etapa sientan las bases para que los niños o niñas se conviertan en adultos competentes y productivos.
De lo contrario, si la persona durante su infancia tiene respuestas parentales inadecuadas; puede dar lugar a resultados negativos. Si los padres son demasiado indulgentes y poco comprensivos, podría desarrollarse en el niño o niña una personalidad anal-expulsiva, en otras palabras, podría convertirse en una persona desordenada, derrochadora y destructiva.
Si el control parental ocurre demasiado pronto, se genera una personalidad anal-retentiva, que es traducida a un individuo demasiado rígido, ordenado y obsesivo.
3. La etapa fálica
Esta fase ocurre durante la edad de tres a seis años y su zona erógena son sus genitales.
El enfoque principal de la libido ocurre en los genitales y es el momento en el que las personas en su infancia descubren la diferencia entre hombres y mujeres.
Durante esta etapa, los niños comienzan a ver a sus padres como un rival porque buscan el afecto de su madre. El complejo de Edipo explica estos sentimientos. En el caso de las niñas ocurre exactamente lo mismo y el complejo de Electra explica estos sentimientos.
Con el pasar del tiempo, el niño comienza a identificar el padre del mismo sexo como un medio para poseer a la madre de forma indirecta. Las niñas, desarrollan una envidia del pene que no se resuelve totalmente y que todas las mujeres siguen con una fijación en esta etapa. Pero psicólogos como Karen Horney, no están de acuerdo con esta teoría; la calificó además de inexacta y degradante para la mujer. Horney propuso una teoría que gira entorno a sentimientos de inferioridad por parte de los niños porque estos no pueden dar a luz, un concepto denominado envidia vientre.
4. La etapa del periodo de latencia
Esta fase ocurre durante la edad de seis a doce años y no tiene zona erógena (sentimientos sexuales inactivos).
Por el desarrollo del ego y superego los intereses de la libido son suprimidos temporalmente. Esta etapa ocurre entorno a la socialización en la escuela y se preocupan más por sus relaciones entre iguales, juegos y demás intereses.
Esta etapa se caracteriza por ser un tiempo de exploración en el que la energía sexual está presente, pero se dirige a otras áreas como las actividades intelectuales y sociales.
5. La etapa genital
Esta fase ocurre durante la edad de doce años hasta la muerte y su zona erógena son los genitales.
En esta etapa se alcanza la maduración de los intereses sexuales y las personas desarrollan un interés muy intenso hacia el sexo y las relaciones sexuales. Esta etapa comienza con la pubertad, pero perdura por el resto de la vida.
Las primeras etapas del desarrollo psicosexual se concentran en las necesidades individuales básicas. Después de estas etapas crece el interés por el bienestar hacia los demás. Si el resto de etapas se completan de forma exitosa, se presume que la persona será equilibrada, cálida.
Fuente: Psicoactiva.com