Dirigida por Roberto Benigni, La vida es bella (título original: La vita è bella) es la historia de un bibliotecario judío y su hijo que caen víctimas del holocausto y él se las ingenia con amor, humor y voluntad para proteger a su hijo de los peligros en los campos de concentración.
Desde su estreno en 1997, esta película ha sido una de las mejores producciones en la historia del cine. Ganó tres premios Óscar por mejor actor principal, mejor música original y mejor película en idioma extranjero. Además, fue nominada por mejor fotografía, mejor director, mejor guion y edición. También, ganó otros 72 premios a nivel internacional y tuvo otras 52 nominaciones. [1]
Esta película toca el corazón de quién la ve. Es difícil encontrar una película que logre hacer reír y conmover al mismo tiempo. Pero sobre todo, este filme hace reflexionar frente el sentido y la actitud que debemos tener ante los acontecimientos que nos ocurren en la vida.
Por este motivo, compartimos las mejores frases de La vida es bella para reflexionar. Si no la has visto, te invitamos a verla.
Las mejores frases de La vida es bella
Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla. Como en una fábula, hay dolor. Y, como una fábula, está llena de maravillas y de felicidad.
El silencio es el grito más fuerte.
Con voluntad se puede hacer todo. Yo soy lo que yo quiero.
Si dices mi nombre desaparezco, el silencio.
Los girasoles se inclinan ante el sol, pero si los ves demasiado inclinados, significa que están muertos. Uno sirve, pero no se es un sirviente; servir es el arte supremo, Dios es el primer servidor; Dios sirve al hombre, pero no es sirviente de hombres.
No hay nada más necesario que lo superfluo.
¡Tanto lo que veo! nada se me escapa, “aquí estoy” le dije al caos, soy tu esclavo.
El silencio es el llanto más poderoso. ¿Es él tu amigo el poeta?
Qué tengas dulces sueños. Puede que todo esto sea un sueño, vamos a soñar.
Referencias
[1] imdb.com