El romanticismo expresa la subjetividad y libertad creadora opuesta a la academia y el racionalismo del arte neoclásico. Surgió durante finales del siglo XVII y XIX en Alemania e Inglaterra y desde allí se extendió a toda Europa y luego América.
Su origen, fue influenciado por el movimiento alemán Sturm und Drang (tormenta e ímpetu), el cual reaccionó contra el racionalismo ilustrado durante los años 1767 y 1765. Gracias a este movimiento, el romanticismo rechazó la rigidez académica neoclásico de la época que, en ese entonces, tenía la reputación de servir al poder político.
El principal aporte del romanticismo fue la idea del arte como un medio de expresión individual. Por tanto, este movimiento fue diverso; existieron artistas revolucionarios y reaccionarios; otros, evadían la realidad; algunos promovieron valores burgueses y otros giraban en contra.
Y a pesar de tantos polos opuestos en las propuestas, entre los artistas del romanticismo existía un rasgo común: el término medio.
Por primera vez, acaso, llegó a ser verdad que el arte era un perfecto medio para expresar el sentir individual; siempre, naturalmente, que el artista poseyera ese sentir individual al que dar expresión. E. Gombrich.
A nivel cultural, el siglo XVIII estuvo marcado por el iluminismo, el cual, resaltaba la razón sobre el fanatismo, la libertad del pensamiento y la fe en el progreso. Mientras, la religión perdía su influencia pública y se desarrollaba en un entorno privado. La revolución industrial se asentó y consolidó a la burguesía como una clase dominante y formó una clase media emergente.
La ilustración era expresada con el arte neoclasicismo. De ahí comenzaron los “ismos”, es decir, los movimientos de estilo. Sin embargo, permanecían las barreras de libertad individual y ciertas contradicciones que provocaron una reacción en la comunidad.
El nuevo cambio despertó la desconfianza ante la exageración del racionalismo que, irónicamente justificó prácticas intolerantes. Se extrañaba los tiempos de la fe y se desconfiaba mientras tanto a los nuevos sectores sociales.
Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres
En 1755, Jean-Jacques Rousseau publicó este discurso donde refutaba la obra Leviatán de Thomas Hobbes. En él, Hobbes justificaba el despotismo ilustrado para garantizar la razón y el orden social; pues, afirmaba que el ser humano tiende a ser corrupto por naturaleza.
Sin embargo, Rousseau propuso lo contrario: el ser humano es bueno por naturaleza y la sociedad es la que se encarga de corromperlo. Para demostrarlo, Rousseau tomó como ejemplo a los indígenas americanos argumentando que estos vivían en armonía con la naturaleza.
Así, surgió la tesis del “buen salvaje”. Esta idea fue tan escandalosa que hizo que Voltaire se enemistara y además, fue considerada de herética por la iglesia.
El nacionalismo
Esta idea surgió desde que Montesquieu definió sus bases teóricas en el siglo XVIII. De hecho, este concepto fue un valor compartido por los neoclasicistas. Sin embargo, el romanticismo le brindó un nuevo sentido al vincularlo no solo a lo político, sino al “ser nacional”.
Cuando Napoleón, símbolo de la revolución del estado laico demostró más tarde su deseo por establecer un imperio europeo, la reacción de los artistas no se hizo esperar. Los artistas románticos le dieron la espalda; El mismo Beethoven, quién le dedicó la Sinfonía heroica a Napoleón, borró su dedicatoria en cuando descubrió que Napoleón avanzó contra el pueblo germano.
El movimiento Sturm und Drang
Este movimiento rechazó el racionalismo y rigor del arte neoclásico, y se convirtió en el antecesor del romanticismo. Impulsado por Johann Georg Hamann, Johann Gottfried von Herder y Johann Wolfgang von Goethe entre los años 1767 y 1785, manifestaron este movimiento por influencia del pensamiento roussoniano y despertó la informidad por el estado de las cosas.
El Sturm un Drang hizo ver el arte como vocación. Las academias habían limitado la creatividad y el arte a finales del siglo XVIII y los románticos creían que el arte estaba destinado para expresar la opinión y la sensibilidad del artista al mismo tiempo. Esto hizo que el artista se liberara de las obligaciones resultantes de la relación cliente/patrono.
Características del romanticismo
Como mencionamos anteriormente, entre los artistas del romanticismo existían muchas diferencias. Sin embargo, tenían unos rasgos comunes en términos de los valores, propósitos, temas, concepción e inspiración.
Individualismo
Se reconoció al artista con identidad propia, desde su singularidad y la distinción del yo. En la música, esto se pudo observar a través de la improvisación en público como un desafío único del artista.
Nostalgia por el pasado
Para los románticos, la modernidad promovió que el ser humano haya perdido la unidad con la naturaleza. Por tanto, idealizan el pasado. Tienen tres fuentes: la edad media, lo primitivo, exótico, popular y la revolución.
Imaginación Vs. Inteligencia
La imaginación era equiparable al pensamiento filosófico. Por tanto, dieron protagonismo a la imaginación para el desarrollo de cualquier disciplina artística.
Belleza clásica Vs. Lo sublime
Al no corresponder a las expectativas racionales, lo sublime se entendía como la grandeza absoluta percibida en lo contemplado. Por ello se opone a la noción de lo sublime frente a la belleza clásica.
Objetividad Vs. Subjetividad
Para los románticos el factor más importante era la subjetividad, los sentimientos y los estados de ánimo por encima de la objetividad y el racionalismo propuesto por el arte neoclásico. Los sentimientos destacados fueron: el miedo, la pasión, la locura y la soledad.
Nacionalismo
El nacionalismo fue la búsqueda de una identidad individual desde las expresiones colectivas. En esa época tan convulsionada, era importante tener un vínculo con el origen, la herencia y un sentido de pertenencia. De ahí, el interés por mantener el folclor.
Liberación de las reglas académicas
Los románticos promovieron la liberación a las rígidas reglas propuestas por el neoclasicismo. Subordinan la técnica a la expresión individual.
Carácter visionario u onírico
Este movimiento trae al frente del telón los asuntos oníricos y visionarios: sueños, pesadillas y fantasías donde la imaginación se coloca por encima de la racionalidad.
Redescubrimiento de la naturaleza
Los artistas hicieron de la naturaleza una metáfora del mundo interior y además como una fuente de inspiración. Por ello, en las obras se logra apreciar un enfoque hacia lo más salvaje y misterioso del paisaje.
La idea del genio incomprendido
El personaje principal del romanticismo es el genio incomprendido y atormentado. Este tipo de genio se distingue del renacentista por su imaginación y originalidad. La narrativa constante de este personaje era una vida atormentada.