Estas esculturas pueden aparecer en la playa y ser fácilmente confundidas como conchas marinas. Son inspiradas en los motivos orgánicos del océano y sus alrededores.
Lisa Stevens, con sede en Bristol, elabora sus fascinantes piezas con barro y utiliza toda su herramienta para esculpir numerosas perforaciones de pequeñas crestas que componen hermosos patrones. Así, crea flores, espirales y ondas de una máxima calidad táctil. Y si bien, la mayoría son de forma circular de platos y cuencos, algunas se salen del molde, como si se tratara de formas tridimensionales. Otras, están esculpidas en rectángulos o conchas con grandes picos.
Estas piezas son inspiradas de líquenes, arrecifes de coral, musgo y demás fuentes naturales. Cuando la artista decide pintar sus piezas, elige colores brillantes donde predominan los naranjas, verdes y azules.
Las que deja sin pintar, resaltan las cualidades escultóricas que adornan la superficie de la arcilla.