El arte huichol es una de las expresiones culturales y artísticas más reconocidas que tiene México. Lleno de simbolismo y belleza, esta manifestación artística tiene un profundo significado religioso, y representa una agrupación de estilos tradicionales que expresan la historia e identidad del pueblo indígena a través del arte.
¿Quiénes son los huicholes?
Los huicholes son un grupo étnico que se ubica en el centro-occidente de México. También llamados wixákira, las personas de este grupo habitan en su mayoría en el estado de Nayarit, pero también algunas habitan en Jalisco, Durango y Zacatecas.
Los huicholes viven en la montaña y por este motivo, sus costumbres, tradiciones y creencias han permanecido intactas. Este relativo aislamiento les ha permitido mantener su autonomía incluso después de la llegada de los españoles.
Los huicholes son de creencias animistas, y la religión está presente prácticamente en todas las dimensiones de su vida. Existen muchos símbolos religiosos, pero el más conocido es el peyote (hikuri), un cactus con propiedades alucinógenas que les permite a los chamanes comunicarse con los dioses para luego compartir sus enseñanzas con el pueblo.
Orígenes del arte huichol
El arte huichol es una manifestación ancestral, y es una transcripción física de las imágenes que visualizan los chamanes luego de ingerir Peyote.
El mundo huichol se divide en tres universos: el mitológico, el maíz y el misticismo; donde la mitología sostiene que la vida se originó en el océano, el maíz hace referencia a la vida cotidiana y el misticismo que se manifiesta a través de sus rituales. Estos tres aspectos son a su vez la identidad al pueblo huichol.
Su historia es más antigua, pero se sabe que durante el periodo de la conquista española, los sobrevivientes de este pueblo huyeron hacia el interior de la Sierra Madre Occidental para proteger sus vidas y sus costumbres.
Para los huicholes el mundo también existe gracias a las experiencias visionarias del iniciado huichol y su esfuerzo por obtener el “don de ver” la dimensión sagrada y establecer un nexo entre el mundo de los dioses y el terrenal.
El arte como forma de escritura
Para el pueblo huichol el arte se configura como un medio de escritura, y además, está estrechamente relacionada con su mundo espiritual. Tienen dos tipos de expresión: las piezas con chaquiras y los cuadros de hilo de estambre.
- Las chaquiras se colocan meticulosamente sobre una superficie encerada para crear diseños llenos de color. Esta expresión es más que todo utilizada para decorar esculturas de animales y cuencos o jícaras para el agua.
- Los cuadros de hilo de estambre son obras que representan complejos patrones cargados de simbolismo, y son elaborados sobre superficies de madera recubiertas de cera. En estas piezas podemos encontrar comúnmente tres pilares de la cosmogonía huichol: el peyote, el venado y el maíz.
Para el pueblo huichol cada obra es una conversación con el alma y por este motivo nunca vamos a encontrar dos piezas iguales.
Impacto comercial del arte huichol
El arte huichol ha traído beneficios significativos para sus pueblos indígenas. Sin embargo, existen diferentes aspectos a tener en cuenta a la hora de adquirir una obra auténtica.
La autenticidad de las obras modernas puede cuestionarse cuando se observa en ellas materiales y elementos que se salen de lo tradicional. Por ejemplo: el jaguar es un símbolo mesoamericano y no huichol.
Las copias. El arte huichol es único, y para que estas obras lleguen a las ciudades los artistas necesitan de intermediarios para que las comercialicen; el problema existe cuando estas personas de forma irresponsable reproducen copias de las obras sin atribuir los derechos de autor; esto representa una baja en los ingresos para los artistas y un obstáculo para el acceso y apreciación por parte del público en general.
El arte huichol contemporáneo
El arte huichol es una expresión milenaria y ha sobrevivido gracias a que se transmite de generación en generación. Sin embargo, existen algunos artistas que han realizado su arte con medios más modernos.
Por ejemplo existe la obra “el Vochol”, un Volkswagen sedán que fue decorado con más de dos millones 277 mil chaquiras de colores. Ocho artesanos decoraron este auto por dentro y por fuera durante siete meses y crearon una obra que le dió la vuelta al mundo y fue expuesto en los principales museos de América, Asia y Europa.