El Parque de Esculturas Subacuáticas de Molinere Bay, en Granada, ha experimentado una notable expansión, consolidándose como el primer y más grande parque de este tipo en el mundo.
Iniciada por el talentoso escultor y ecologista británico Jason deCaires Taylor en 2006, esta fascinante creación se ha convertido en una de las atracciones subacuáticas más destacadas de la nación caribeña.
Recientemente, el parque ha ampliado su impacto visual con la introducción de 31 nuevas esculturas, enriqueciendo aún más la experiencia submarina.
Situado estratégicamente en una zona marina protegida frente a la costa occidental de la isla, este santuario artístico sumergido ha acogido la incorporación de “Coral Carnival“, una serie de esculturas inspiradas en Spicemas, el aclamado carnaval de Granada. Este conjunto captura la esencia festiva y cultural del evento, presentando icónicos personajes como el “Jab Jab”, un símbolo de libertad para los granadinos, representado por un enmascarado con cadenas.
La ampliación del Parque de Esculturas Subacuáticas no solo enriquece la oferta artística, sino que también fortalece el compromiso con la preservación del entorno marino, contribuyendo así a la belleza y sostenibilidad de esta joya subacuática única en el mundo.
Según DeCaires, “El carnaval es, sin duda, una parte integral y vibrante de la cultura e historia de Granada, y queríamos plasmar esa narrativa”.
Añade que, “Fue fascinante adentrarse en la diversidad de personajes y descubrir la historia que los rodea”.
Cada escultura, parcialmente construida en el Reino Unido, se basa en personas reales que sirvieron como modelos para los artistas.
La mayoría de las nuevas piezas fueron creadas por DeCaires Taylor, quien colaboró estrechamente con artistas locales para garantizar que fueran representativas de los personajes.
Troy Lewis, artista granadino, contribuyó con cuatro nuevas esculturas, incluyendo la recreación del Cristo de las Profundidades, un homenaje entregado al pueblo de Granada por su ayuda a la tripulación del “Bianca C”, naufragado en 1961.
El uso de acero inoxidable de alta calidad y cemento marino de pH neutro garantiza que las esculturas actúen como arrecifes de coral artificiales, ofreciendo refugio y atrayendo a la vida marina, como pulpos y langostas, creando un hábitat espectacular.
De acuerdo con DeCaires Taylor, la vida marina ya se ha asentado en las esculturas días después de su instalación.
“Observamos cómo un pulpo se estableció en la base de una de ellas, una visión encantadora”, dice. También relata la presencia de una familia de cangrejos en la base de otra escultura y la aparición de una raya en otra.
La introducción de colores en estas esculturas submarinas marca un hito para DeCaires Taylor, quien señala: “Normalmente son muy grises, pero esta vez usamos pigmentos naturales para pintarlas. Estoy intrigado por ver cómo evolucionan y si se colonizan de manera diferente, ya que la vida marina se ve fuertemente influenciada por el color”.
La exposición debutó en tierra firme en el puerto deportivo Prickly Bay de Granada antes de sumergirse, atrayendo a visitantes, incluido el Primer Ministro del país, Dickon Mitchell.
Aunque inicialmente no planeada, la exhibición en tierra firme se reveló como una experiencia valiosa y podría considerarse en futuros proyectos.
La meticulosa instalación de las esculturas submarinas se llevó a cabo a finales de octubre con la ayuda de una grúa y buzos, un proceso que llevó más tiempo debido a la capacidad limitada de la grúa en la isla.
“Recientemente, pasé ocho horas bajo el agua, un récord personal”, recuerda DeCaires Taylor.
“Coral Carnival“, accesible por barco desde finales de octubre, ofrece una experiencia única tanto para buceadores con esnórquel como para aquellos en barcos con fondo de cristal, siempre que la visibilidad sea buena.
Originalmente concebido como un esfuerzo de conservación tras el huracán Iván en 2004, el Parque de Esculturas Submarinas alivia la presión sobre las zonas submarinas más congestionadas y se mantiene como un testimonio especial para DeCaires Taylor.
“Aunque he fundado varias galerías submarinas en todo el mundo, el Parque de Esculturas Submarinas de Molinere Bay sigue siendo uno de mis proyectos favoritos”, admite. “Ver cómo la naturaleza se apodera de estas creaciones humanas es emocionante”.
Los proyectos de DeCaires Taylor se centran en la conservación de los océanos, y actualmente está en conversaciones para crear un parque más pequeño en Carriacou, la isla hermana de Granada, abordando las preocupaciones sobre el cambio climático y la subida del nivel del mar.
A pesar de sus proyectos actuales en el Reino Unido, DeCaires Taylor anhela regresar a la bahía de Molinere para presenciar la evolución de las esculturas en los próximos años. “Las elevaciones de las esculturas, como cuernos y plumas, me emocionan especialmente. Creo que, dentro de unos años, veremos una abundancia de vida marina filtrante en ellas, lo cual será gratificante”.