En 1907 y desde su particular estilo cubista, Pablo Picasso nos muestra a través de su obra a cinco mujeres prostitutas de la calle de Avinyó, una calle barcelonesa muy famosa por sus burdeles.
Esta obra puede etiquetarse más bien como proto-cubista, pues el movimiento en ese momento no existía. De hecho, los inicios del cubismo son gracias al gran impacto de esta obra.
Picasso nunca imaginó que con esta obra iba a cambiar el arte para siempre. Está claro que su propósito era ir en contra de lo establecido y romper de una sola vez con el realismo. Como puedes observar, el cuerpo de la mujer desnuda está compuesto de planos angulares, los cuales se marcan más en la medida que te diriges a la derecha.
La progresiva deformidad de las mujeres de izquierda a derecha es una advertencia acerca de los peligros de las enfermedades de transmisión sexual, un peligro que afectó a gran cantidad de artistas parisinos de la época.
Quizá la intención de Picasso en un principio era moral, sin embargo, la apariencia que iba tomando el lienzo le indicó que romper los esquemas era la mejor idea.
Características de la obra
Título: Les Demoiselles d’Avignon
Técnica: Óleo
Ubicación: Museo MoMA, Nueva York (Estados Unidos)