Según Karl Marx “La religión es el opio del pueblo”, y con esta frase utilizada como metáfora, afirmó que las clases sociales dominantes utilizan la religión como un instrumento para controlar a la población.
Este artículo busca explicar el significado de la frase y mostrar los elementos claves que motivaron a que Karl Marx hiciera una controversial y profunda analogía para la época.
Religión como opio del pueblo
Entendamos primero al opio como una sustancia que posee propiedades analgésicas, hipnóticas y que pueden provocar dependencia en las personas que la consumen.
Entonces, opio para el pueblo es una metáfora que indica que algo actúa como analgésico o hipnótico para las personas que hacen parte de una comunidad o cultura.
La frase está adscrita al marxismo, un pensamiento que sostiene que las personas oprimidas por el sistema capitalista deberían revolucionarse para acabar con el capitalismo e instaurar un régimen comunista de igualdad y justicia social.
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Significado y análisis de la frase
La frase original se escribe de la siguiente manera:
Die Religion […] sie ist das Opium des Volkes
Así está escrita en Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel, publicado en el periódico Deutsch-Französischen Jahrbücher herausgegeben en 1844.
Esta frase, aparece en una parte del escrito donde Karl Marx expone sus ideas acerca de la religión y lo que significa para el pueblo.
En palabras de Karl Marx
La miseria religiosa es, al mismo tiempo, la expresión de la miseria real y la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura atormentada, el alma de un mundo desalmado, y también es el espíritu de situaciones carentes de espíritu. La religión es el opio del pueblo.
Renunciar a la religión en tanto dicha ilusoria del pueblo es exigir para este una dicha verdadera. Exigir la renuncia a las ilusiones correspondientes a su estado presente es exigir la renuncia a una situación que necesita de ilusiones. Por lo tanto, la crítica de la religión es, en germen, la crítica de este valle de lágrimas, rodeado de una aureola de religiosidad.
Según el filósofo alemán, la religión no solo es la miseria real de la vida humana, sino una forma de protesta contra esta, como si la religión fuera sustentada por la miseria del mundo y la realidad que atormenta a las personas.
Marx con su frase invita a renunciar a la religión, a su promesa de una vida de ilusión y de un mundo mejor después de esta vida miserable.
El filósofo reconoce de forma implícita que las sociedades acuden a la espiritualidad para darle sentido a la vida, para que conduzca sus pasos; para que les de la creencia que el sufrimiento es irremediable y pasajero, y que al resistirlo, sus vidas serán recompensadas con la vida eterna.
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Para el filósofo, la renuncia a la religión sería lo idóneo; pues conduce al ser humano a la verdadera vida real, sin postergaciones, y lo llevaría a una vida sin sometimientos por parte de sus opresores, es decir, por las clases dirigentes, los dueños de los medios de producción y el clero.
La religión lo niega rotundamente, porque esta convoca a un mundo imaginario, lleno de ilusiones y promesas de una vida mejor, sin algún tipo de penas ni sufrimientos.
Para el pensador La religión es un sistema que anestesia el dolor y la miseria de un sistema social que oprime a la mayoría, privilegiando solo a unas pocas personas.
Así, esta vida es soportable gracias a esa promesa que oprime al ser humano, que lo ciega y lo hace aceptar el orden social en el que vivimos como necesario e irremediable, imposible de cambiar, porque así es la voluntad de Dios; oprimiendo la posibilidad de soñar con un mundo justo e igualitario.
En otras palabras: la religión es un discurso que legitima las injusticias sociales.
Entonces se utiliza al opio, porque es el elemento que funciona como anestesia contra el dolor; un elemento que ciega, limita el pensamiento e impide enfrentar la realidad.
Esta metáfora funciona como un elemento para no ver más allá del mundo ilusorio que sugiere la religión, con sus amenazas de castigo eterno en caso de ser rebeldes y su promesa de paz y vida eternas en caso de llevar una vida espiritual.
La frase “La religión es el opio del pueblo” es el remedio para calmar la angustia humana y promueve que el pueblo luche en contra del orden establecido por las clases dominantes, aquellas que dominan y causan el sufrimiento.
Sobre Karl Marx
Karl Marx es considerado una de las personas intelectuales más influyentes de los últimos siglos. Nació en el Reino de Prusia en 1818 y fue un filósofo alemán de origen judío.
Junto a Friedrich Engels fundó el socialismo científico, el materialismo histórico y el comunismo histórico. Influyó en la política, la historia, la economía, la sociología, y por supuesto, la filosofía.
Sus teorías y estudios sobre la sociedad, la economía y la política son catalogados como marxismo. Y Su obra más conocida es El capital y El Manifiesto del Partido Comunista.
Murió en el Reino Unido en 1883.