Pablo Picasso nació en 1881 y creció rodeado de una familia de artistas. Su padre le enseñó técnicas de dibujo y a los ocho años, hizo las demostraciones de su prolífico talento artístico a través de la pintura al óleo.
Su obra temprana más conocida es El Picador, fue creada en 1890, cuando tan solo tenía 9 años de edad y es quizá, la obra más antigua que se haya conservado del artista.
En sus años siguientes, Pablo Picasso realizó dibujos académicos y pinturas donde se demostraba su rápida mejora en el uso de técnicas. En sus estudios con lápiz entre 1890 y 1892, se destaca que ya había adquirido conocimientos avanzados sobre el arte clásico, incluida, la anatomía humana.
A los trece años, Picasso se lanzó oficialmente como artista. Durante sus años formativos, desarrolló un propio estilo caracterizado por pinceladas naturalistas, una paleta de colores real y un arte rico en temas cotidianos.
Lo que más disfrutaba Picasso, era realizar retratos de sus seres queridos y crear obras inspiradas en su fe católica. Estos intereses artísticos pueden observarse en La Primera Comunión, una pintura de su hermana, lola, realizada en 1896.
Durante el resto de la década de 1890, Picasso trabajó en su estilo realista. Pero, en el cambio de siglo, había comenzado su período azul, la fase que marcó el inicio de una estética modernista y puso fin al conjunto de obras consideradas como “obra temprana”.
Mientras personas con gustos tradicionales prefieren sus trabajos infantiles, pero Picasso, reconoce que apreciaba más su arte posterior.
Me llevó cuatro años pintar como Rafael, explicó, pero una vida entera pintar como un niño. Pablo Picasso.