Definición de fortaleza por Erich Fromm

La humanidad experimentaba la efervescencia de finales de los años 60, ocurría el inicio del movimiento hippie en Estados Unidos y otros jóvenes se juntaban para generar diferentes movimientos que suscitaron el entusiasmo de muchas personas en el mundo por su espíritu renovador.

En ese momento, el psicólogo y filósofo humanista Erich Fromm, se dispuso a escribir “La revolución de la esperanza”, un extenso ensayo, donde trataba de ubicar el lugar de la esperanza en esa misma época, una palabra que, a pesar de su importancia, iba a terminar un tanto mellada en pocos años.

El libro se publicó inicialmente en Estados Unidos en 1968, poco después de que el candidato Republicano Richard Nixon fuera elegido como presidente que, entre sus decisiones, determinó continuar con la Guerra de Vietnam. En esa contienda electoral, Fromm apoyó a Eugene McCarthy, un poeta que intentó alcanzar la candidatura del Partido Demócrata y cuyas propuestas eran pacifistas y humanistas.

Mujer vestida de negro, descalsa y sentada en la orilla del mar leyendo un libro. está de espaldas a la cámara
Ph. Pixabay

En La revolución de la esperanza, Erich Fromm abordó y desarrolló algunas ideas entorno a la “condición humana”, esa condición que tanto le inquietó a lo largo de su vida intelectual. Preocupado por el desarrollo del ser humano, Fromm describió en su obra cómo la esperanza contribuye o detiene el desarrollo personal.

Pero en cuanto al tema principal de este artículo, la fortaleza, Fromm hizo uno de los análisis más profundos y claros en el libro sobre esta cualidad.

En la historia de las corrientes filosóficas, espirituales y de cultivo del ser humano, la fortaleza se destaca por su abolengo. En el cristianismo, por ejemplo, es una de las cuatro virtudes cardinales, y en la filosofía, de Aristóteles hasta los estoicos, se le destaca como una de las actitudes más destacables del ser humano, necesaria para enfrentar los desafíos de la vida misma.

Por su parte, Fromm ubica a la fortaleza junto a la esperanza y la fe, y dice que es uno de los elementos que estructuran la vida. Y aunque en su inicio el psicólogo utiliza la palabra “coraje” (En sentido de “valentía”), al final decidió usar el término fortaleza, que tomó Spinoza, para referirse a aquello del ser humano que lleva a tener valor para vivir.

Tres formas de fortaleza

Fromm distingue tres formas de fortaleza. En las dos primeras, una persona se siente fuerte para afrontar ciertos retos pero sólo porque no se ama así mismo o, en segundo lugar, porque le teme a un ídolo el cual adora (El “Amo” del que hablaron Hegel, Kojève y Lacan), que evita desobedecerlo a toda costa.

En los dos casos descritos, la fortaleza es más bien ilusoria, Pues, esta no se distingue como una cualidad inherente a la persona, que sea auténtica o que sea el resultado de su desarrollo persona; se ve más bien, como una reacción circunstancial de miedo a la vida en sí y sus retos: miedo de desafiar al Amo, miedo de arriesgarse, miedo de ir por si solo…

En contraste a estas dos dudosas formas de fortaleza, Fromm opone una tercera que está estrechamente relacionada con el desarrollo pleno del ser humano. Así escribe Erich Fromm:

La tercera clase de intrepidez la encontramos en la persona totalmente desarrollada, que descansa en sí misma y ama a la vida. Quien se ha sobrepuesto a la avidez no se adhiere a ningún ídolo o cosa y, por lo mismo, no tiene nada qué perder: es rico porque nada posee, es fuerte porque no es esclavo de sus deseos. Este tipo de persona puede prescindir de ídolos, deseos irracionales y fantasías, porque está en pleno contacto con la realidad, tanto interna como externa. Y cuando ha llegado a una plena “iluminación”, entonces es del todo intrépida. Pero si ha avanzado hacia su meta sin haberla alcanzado, su intrepidez no será completa. No obstante, quienquiera que trate de avanzar hacia el estado de ser él mismo plenamente sabe que se produce una inconfundible sensación de fuerza y de alegría en donde fuere que se dé un nuevo paso hacia la osadía. Siente como si hubiera comenzado una nueva fase de la vida. Y de esta suerte podrá experimentar la verdad de la frase de Goethe: “Ich babe mein Haus auf nichts gestellt, deshalb gehórt mir die ganze Welt” [“He puesto mi casa sobre nada, en vista de que el mundo entero me pertenece”].

Como exponemos, la idea de “una persona totalmente desarrollada” a la que alude Frommen este párrafo, recorre prácticamente todas sus obras.

El psicólogo, se refiere a un momento en el que la persona puede llegar después de un trabajo consciente y constante sobre sí misma, un trabajo en el que descubre sus limitaciones y posibilidades. En definitiva, la historia de vida que ha dado resultado a lo que es, sus sueños, su deseo, sus temores… Es decir, todo aquello que conforma la condición humana.

Análisis de la opinión de fortaleza de Erich Fromm

Mujer con cabello a la altura de sus hombros, de perfil a la cámara. Está parada y alrededor muchas aves costeras.
Ph. Pixabay

A través de este acercamiento, Fromm sigue la tradición occidental del autoconocimiento que inicia desde Sócrates a Sigmund Freud.

Y En su obra, sostiene que una persona alcanza un grado importante de autonomía solo cuando se conoce a sí misma, pues, se ha dado cuenta que posee los recursos necesarios para vivir: sin depender y explotar a otras personas, sin esperar nada de nadie, con plena conciencia de su finitud y sin temor a la muerte o dolor.

Este es un estado que pocas personas alcanzan y además, pocas están interesadas en buscar por culpa de las condiciones mismas de nuestra especie (en particular, la amplia duración de nuestra infancia), lo más común es que las personas repitan los patrones de dependencia, irracionalidad y angustia en los que fue formada, sin querer aislarse de ellos y/o cambiarlos.

Sin embargo, como se observa en el fragmento escrito por el psicólogo, la única forma de sobrellevar los desafíos de la existencia y salir fortalecidos de ellos es siendo “una persona completamente desarrollada”. De lo contrario, los cambios, las crisis, las situaciones y en general, todo aquello que ocurre en la vida, se transitará con sufrimiento, preocupación, torpeza e ignorancia, aun sabiendo que pueden ser oportunidades de aprendizaje.

Fuente: Pijamasurf

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